POR DEBER Y POR DERECHO

Solidaridad con el colega periodista Orlando Pérez y con los dirigentes Diego Borja y Leonidas Iza.

El 27 de junio de 1973 mi país, Uruguay, sufrió un golpe de Estado cívico militar, encabezado por el Presidente Juan María Bordaberry y el ejército. Un acontecimiento que marcó una profunda, histórica huella en la sociedad uruguaya, con dolorosísimas consecuencias. Desde inicios de los 70, con la Presidencia de Jorge Pacheco Areco, la intervención militar en la vida política del país fue en franco crecimiento a instancias de su Gobierno, hasta llegar a la “Declaración de estado de guerra” promulgada por el Parlamento uruguayo (La Asamblea Nacional). Durante la dictadura cívico militar que inició en el 73, y luego solo militar, cuando los ” buenos muchachos” decidieron sacarse de encima al presidente servil; Se emprendió un duro proceso de persecución a los opositores políticos: Figuras políticas, trabajadores sociales, sindicalistas representantes obreros, artistas y comunicadores, periodistas e intelectuales. Esto, tuvo fatídicas consecuencias: miles de familias desechas a causa de decenas de miles de exiliados, ciudadanos que lograron huir al extranjero de la represión feroz. Fué esta una dictadura militar que secuestró a ciudadanos que disentían con sus lineamientos, que los torturó, ejecutó y desapareció, por cientos. Entre ellos niños, hijos, de aquellos ciudadanos y ciudadanas secuestrados. La mayoría de ellos nacidos en cautiverio durante las terribles sesiones de tortura a las que sometían a sus madres, como sucedió con la hija del querido Compañero poeta, premio nóbel de literatura argentino Juan Gelman, quien dio a luz a Macarena; Y que logró recuperar su identidad años atrás. Niños a quienes los torturadores, entregaban luego en adopción a familias de militares o afines al régimen dándoles nueva identidad. Y esto señores, no es “el cuento del lobo y Caperucita”, puede sonar a fábula, pero es historia reciente y dolorosa de mi país Uruguay. Aquel régimen, que se extendió hasta 1985, tuvo más de 5000 presos políticos en sus cárceles y 9 “rehenes” a quienes mantuvieron en condiciones infrahumanas, algunos presos adentro de un aljibe, entre ellos Raúl Sendic, “El Tambero” Jorge Sabalza y José Mujica. Y a los que propinaban feroz y sistemática tortura. Mas de 5000 presos y los rehenes. La mayor cantidad de presos políticos per cápita del mundo. Un régimen dictatorial que inició con un presidente civil y la complicidad de los militares. Que se sostuvo, como es sabido y como todas las dictaduras latinoamericanas, con el apoyo del gobierno de los Estados Unidos y la permanente intervención de la central de inteligencia, CIA, en un sinnúmero de operativos, entre ellos, el que tuvo cargo el tristemente célebre agente Dan Mitrione, que integraba además la conocida organización norteamericana USAID. Mitrione, brindó cursos de asesoramiento a los militares uruguayos bajo el rótulo “académico” de “Métodos interrogatorios”, que no eran otra cosa que técnicas de tortura. Y cuya práctica ( Ya es sabido y de público conocimiento) realizaba en aulas que dictaba a la policía y el ejército, en el sótano de su casa temporal de Montevideo, usando presos o indigentes que capturaban en las calles uruguayas. Y a quienes torturaban hasta la muerte, o luego ejecutaban pues no debían quedar pruebas.
Dan Mitrione, el agente “sicario” que enseñó la aplicación de las descargas eléctricas en la boca y los genitales de los secuestrados. El que inmortalizó, según testificaron algunos de sus viejos alumnos, su dulce frase: “El dolor preciso, en el momento preciso, en la cantidad precisa, para el efecto deseado”. Que puedo agregar. Un tiempo aciago para mi país, en el que cumplían, junto a los militares y la policía, un rol clave otros violentos grupos “paramilitares” a cargo de misiones específicas en cooperación con estos, que incluían, secuestros y ejecuciones a la carta. Ustedes se preguntarán quizás ¿porque comento esto? Bueno, hoy conversábamos a la mañana con un amigo y colega periodista e historiador uruguayo, sobre las dolorosas y profundas heridas que este proceso le dejó a nuestro país. Todo sucedió en Uruguay a partir de que el ejército comenzó a tener injerencia en la vida política de nuestro país. Ello, nos dejó el triste saldo de 200 muertos y 200 desaparecidos, entre ellos niños. Desaparecidos que continuamos en un esfuerzo humanitario y solidario junto a la organización “familiares”, buscando, e investigando en mi país. Pues, pretendemos y exigimos desde la sociedad y la mayoría de los actores del sector político saber sobre el destino de nuestros compatriotas, familiares, amigos, todos víctimas de la nefasta dictadura cívico militar. Por eso la popular y multitudinaria “Marcha del silencio” (que les invito a googlear) nos reúne a cientos de miles de uruguayos cada año. Reflejando el sentir y deseo por “Verdad y justicia”, convirtiéndose en una muestra contundente del espíritu y la consideración de lo que significa vivir en un régimen de genuina democracia.

La conversación con mi colega, definitivamente devino en la valía que deben tener siempre para el Pueblo y fundamentalmente para quienes ostentan el poder, el respeto al “Estado de derecho”, la institucionalidad y la vida en su país.
Por esto, entendiendo la “libertad de expresión y opinión”, como uno de los mas altos pilares y componentes de ese respeto por el Estado de Derecho democrático, REPUDIO con especial énfasis, como cabeza de este equipo de trabajo de “Objetivo país” Ecuador, (Programa periodístico que sostenemos con un claro compromiso social, en las emisoras de la CCE), todo acto que pretenda o coarte estos derechos inalienables. Y más aún, condeno y condenamos todo aquello que atente contra el derecho a la vida de quienes dan a conocer sus puntos de vista contrarios al elemento de poder.
Como trabajador de la Prensa, con casi 4 décadas de actividad profesional, habiendo tenido el privilegio de ser parte de importantes medios en Ecuador, latinoamérica y en mi País Uruguay, donde formo parte del sindicato “Asociación de la Prensa Uruguaya”, un histórico bastión de lucha y resistencia en contra de la pasada dictadura y de defensa de los trabajadores de la prensa y la libertad de expresión; Hago llegar mi solidaridad con él Compañero y colega periodista Orlando Pérez, gerente de la emblemática colega Radio Pichincha, con quien compartimos años atrás la participación en los Medios Públicos RTVE. Yo al frente de mi programa “El Oriental” – “Patria Grande” y el en el Canal de televisión y Diario “El Telégrafo”. Colega que ha sido objeto recientemente de burdas amenazas, que pretenden amedrentarlo para impedir el ejercicio de su derecho a la libre opinión y desarrollo de su tarea profesional, al igual que con el candidato a la vicepresidencia Diego Borja, a quien ilegalmente retuvieron en la frontera con Colombia retirándole su cédula de identidad. Y con Leonidas Iza, candidato y dirigente indígena que ha sido objeto de constantes cobardes amenazas en contra de su vida, desde el anonimato. De igual modo hago extensivo mi modesto, pero firme apoyo con todos aquellos, que sufren persecución actualmente, por hacer legítimo uso de su derecho a pensar diferente, a opinar y expresar sus puntos de vista contrarios al actual gobierno ecuatoriano.
Finalmente, dejo claro, desde este espacio de “Abrazo” con mi audiencia y lectores, de mi tambien amado y dolido Pueblo ecuatoriano, que lo expresado, refleja, también mi legítimo derecho a la opinión como periodista, comunicador, como artista y librepensador. Como un modesto y sencillo trabajador social, en la construcción, desde mi rincón, de una sociedad más justa, equitativa. Y a quien profundamente alegra la ventura, logros y avances de nuestras gentes. Condolido siempre, y por ende solidario, como buen Oriental artiguista, con todos los males que son comunes a nuestros Pueblos latinoamericanos.

“El Oriental” Alvaro Márquez 🧉 (Quito – Abril 2025)
(Editorial: “El Oriental” Alvaro Márquez – Foto: TamiaQuilla)